Pensamiento y Economía actual.

La transformación de la Facultad de Economía

Ciclo de mesas de discusión

 

A los asistentes:



La revista foro Abierto y el colectivo Regeneración y Política son espacios que han nacido en el seno de la Facultad de Economía. Con objetivos distintos pero complementarios, hoy unen esfuerzos para llevar a cabo una serie de mesas de discusión encaminadas a construir espacios de exposición, reflexión y debate de ideas, sin dogmas y con tolerancia, que traten el capitalismo contemporáneo y alimenten al pensamiento científico y a la acción política en general.

Estas mesas han sido pensadas para abrir el debate sobre el papel de la Facultad de Economía en el contexto actual. Así, hemos planeado cuatro temáticas específicas: primero, partir de cuestiones histórico metodológicas (mesa 1); segundo, proseguimos con el análisis epistemológico de algunas de las propuestas teóricas de frontera en la economía (mesa 2); tercero, hacemos una aproximación a la realidad mundial, en particular el caso de América Latina (mesa 3); finalmente, nos proponemos cerrar el ciclo con una conferencia sobre el papel de la Facultad de Economía en el desarrollo nacional.



Introducción a las mesas

Mesa 1. Capitalismo ¿Fases históricas?

El capitalismo siempre está revolucionando su modo de producción. La intensidad de la competencia mercantil lo obliga a transformarse, nunca a permanecer estático. Como ningún otro sistema social, este ha desarrollado las fuerzas productivas a niveles increíbles. 

Este dinamismo (que Schumpeter identificó con la destrucción creadora) ha llevado al capitalismo expandirse por el mundo para integrar a todas las naciones del planeta en un mercado mundial. Sin embargo, desde que se consolidó el modo de producción específicamente capitalista a mediados del siglo XIX con el uso generalizado de la máquina de vapor en el proceso productivo (como bien señaló Marx) ha mantenido un comportamiento recurrente que ha sido constatado históricamente por numerosos estudiosos (Pérez, Madisson, Mandel, Kondratiev, Schumpeter, entre otros): Existen momentos de auge, estancamiento y crisis. El capitalismo tiene un comportamiento cíclico. Cuando el sistema capitalista supera una crisis, da la impresión de que hay una reorganización del proceso de producción y acumulación del capital, así como del orden institucional. La hegemonía de las clases dirigentes se ve golpeada, a la vez que la cultura y la ideología se ve obligada a cambiar. Por ello, consideramos que un punto a discutir aquí es identificar las continuidades y discontinuidades del capitalismo en cada etapa histórica concreta ¿Los cambios que tienen lugar en cada “fase” –como los que hemos mencionado- son sólo aparenciales, o también son estructurales? ¿Estudiar las fases históricas dentro del capitalismo, nos permitiría niveles de análisis más claros? 

Cuando las crisis se superan ¿puede hablarse de una nueva fase histórica de desarrollo? ¿Qué tan profundas son las reestructuraciones después de las crisis? ¿Qué elementos son continuos y discontinuos en cada uno de estos procesos? ¿Tiene alguna lógica el desarrollo histórico del capitalismo? ¿Qué elementos centrales diferencian una fase de la otra? A medida que pasa el tiempo ¿El capitalismo se profundiza y perfecciona su dominio sobre la sociedad? 

La idea de que el comportamiento del capitalismo sea cíclico a primera vista puede verse opuesta a la idea de que el desarrollo histórico del capitalismo tiene algún sentido, alguna lógica. Si creemos que el desarrollo histórico del capitalismo tiene alguna lógica, y admitimos la validez del concepto capitalismo puro que otros autores retoman de Marx, ¿podemos decir que el capitalismo contemporáneo es más perfecto que el capitalismo fordista-keynesiano? ¿Es verdad que a medida que pasa el tiempo la sociedad se enajena más y más? 

Ya por último, y tratando de vincular esta discusión con el proceso de reforma académica de la facultad, nos parece que la obra de Marx no debe enseñarse como si esta fuese absoluta. Creemos que los planteamientos teóricos de ese pensador, así como de cualquier otro, deben contextualizarse históricamente. El capitalismo contemporáneo debe ser analizado con los elementos que Marx nos planteó en su obra, sin embargo debemos tener claro cuales son los principales cambios que distinguen el capitalismo actual del capitalismo estudiado por Marx para poder orientar nuestras propios investigaciones científicas.


Mesa 2. Teoría económica ¿Fundamentos científicos?

En 1997 se publicaron en la revista de la Facultad: Economía Informa varios artículos cuyos títulos versaban así: “La decadencia de la economía”, “¿Sufren los economistas de envidia a la física?”, “De la seudomatemática al cibermercado. Nueva brujería, la economía ‘pura’”, “¿Existe una crisis de ‘visión’ en el pensamiento económico moderno?, etc., etc. Profesores de nuestra Facultad como José Ayala Espino, Alejandro Montoya, Enrique Dussel Peters o Ignacio Perrotini escribieron al respecto. ¿Qué podríamos decir 10 años después de dicho ejercicio? Primero, como estudiantes de economía debemos saber los fundamentos científicos de la “ciencia” o “disciplina” que estamos aprendiendo; pues son en realidad eso fundamentos los que nos permitirían discriminar entre un discurso lógicamente construido, pero falso y uno políticamente adecuado. Segundo, no se trata de encontrar la verdad por la verdad misma, sino de construir el conocimiento que nos explique la realidad que creamos y nos ayude a resolver problemas. Finalmente, podemos decir también, que es casi seguro que las preguntas que un estudiante de primero o tercer semestre de la licenciatura se hace y que no encuentra respuesta en el salón de clases, son las mismas que un estudioso en economía, maestro o doctor, también se hace. Esperemos que los primeros persistan en la mejor formulación de sus preguntas y los segundos no olviden darle respuesta a sus inquietudes.

            El pensamiento económico moderno se ha constituido, principalmente, después de la década de 1960, coincide con las rupturas en sentido económico y político a nivel mundial. Hacia inicios del s. xxi es patente el fracaso de los economistas para resolver problemas como lo hizo el “keynesianismo” en su momento; la teoría ortodoxa no ha tenido la capacidad de demostrar su eficacia práctica, pero las teorías heterodoxas no han podido articular los consensos necesarios para ser aceptadas como alternativas válidas. Nos preguntamos ¿Cómo está constituido el pensamiento económico moderno en sus fundamentos filosóficos? ¿Cuáles son las escuelas de pensamiento que están intentando dar respuestas a los problemas económicos y sociales actuales? ¿Qué debiera adoptar y modificar la Facultad de Economía en la reproducción y, sobre todo, creación de conocimiento?

¿Acaso las expectativas racionales de Lucas y Sargent en la década de 1970 no es otra cosa que el replanteamiento de ideas que se hallan en los pensadores del s. xix? ¿Será como se lo pregunta Mirowski que el economista a hecho “analogías malas” respecto a los desarrollos de la física y en su origen de la física mecánica? ¿Por qué en esta Facultad no se estudian estos temas desde el primer semestre de la carrera, como filosofía de las ciencias?, antes de presentar torpemente dividido el pensamiento y que luego deviene en sus más groseras representaciones: “crítica” vs “técnica”, por ejemplo.

            Somos concientes que dicho tema es muy amplio y requiere de un trabajo de investigación profundo. Cada respuesta a nuestras preguntas podría llevarnos su investigación muchas horas de trabajo y aún más su desarrollo; sin embargo, el propósito de esta mesa de discusión es la introducción a temas que difícilmente son abordados en las clases curriculares, nos gustaría incentivar el intercambio y animar el debate entre quienes se han introducido en temas de filosofía de la ciencia y en particular de la economía. Hay, dentro de la teoría económica, otras corrientes heterodoxas que aún no han logrado suficientes desarrollos y que no será posible abordar aún en este espacio; nos referimos al viejo institucionalismos, al evolucionismo, al de la economía ecológica, cuya raíz epistémica es diferente en la construcción de conocimiento y, sobre todo, de la llamada corriente principal (main stream).


Mesa 4: América Latina ¿Modelos económicos alternativos?

Actualmente, el mundo está viviendo una serie de cambios trascendentales: la crisis financiera mundial y el posible fin de una época, los problemas alimentarios y energéticos con el impulso inflacionario que arrastran a nivel mundial, el cambio geoeconómico y político, los problemas medio ambientales, entre otros. Esto hace necesario el análisis colectivo del capitalismo contemporáneo, pero ¿por dónde empezar?

Consideramos que América Latina es un buen referente del mundo actual, en él se conjugan una serie de fenómenos que lo hacen un laboratorio social imprescindible. En esta mesa intentamos brindar un panorama sobre las políticas económicas que diversos países de la región han adoptado, en especial los países gobernados por la “izquierda”, como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, Brasil, Paraguay, etc. y hacer un balance sobre su desempeño y la viabilidad de este tipo de políticas a largo plazo, así como analizar si son modelos alternativos al neoliberal o continuaciones pragmáticas del mismo. 

Para empezar, América Latina se caracterizó por más de 20 años como la región laboratorio de los organismos internacionales y los intereses económicos de Estados Unidos. Siguiendo los lineamientos del llamado “Consenso de Washington”, se impulsaron reformas estructurales encaminadas a la liberalización de la economía, el retiro del Estado de los asuntos económicos por medio de la privatización de empresas y la desregulación comercial y financiera, la disminución del gasto publico en sectores sociales en aras de disminuir el déficit fiscal, el mantenimiento de la inflación baja y el tipo de cambio estable para darle mayor competitividad a las exportaciones, entre otros. Así, los gobiernos de América Latina se caracterizaron por una orientación conservadora y tecnocrática. Durante este periodo, de 1980 a 2000, América latina se caracterizó por tasas de crecimiento bajas.

Sin embargo, durante los últimos años América Latina ha presentado un cambio que se orienta más hacia gobiernos nacionalistas, populares y/o de izquierda. Así, encontramos a sindicalistas, militares socialistas, teólogos de la liberación, socialistas exiliados, indígenas, entre otros. 

Pero este cambio en las estructuras del poder, ha llevado también a un cambio en la economía de la región, ahora se presenta por sexto año consecutivo tasas de crecimiento del PIB por encima del 3% anual, algo que según la CEPAL[1] no se había dado desde hace 40 años. El superávit fiscal y el aumento en las reservas internacionales han generado en América latina un clima económico estable, que ha favorecido la inversión y el aumento en la actividad industrial en la región y la mejora en los términos de intercambio han dejado excedentes fiscales para muchos países, sobre todo aquellos orientados a la producción de materias primas y productos básicos.

Estas características favorables han generado una mayor ocupación y disminuido las tasas de desempleo en la región, aumentado, aunque muy poco, el ingreso real y también ha crecido el gasto en inversión social.

A su vez, también se conjugan una serie de elementos negativos como la presencia de intereses extranjeros y de cúpulas, el fantasma del sobre endeudamiento para financiar el desarrollo social, la falta de políticas de desarrollo económico claras, el fantasma de la inflación y la desviación de productos agrícolas para la exportación en vez de combatir la pobreza y la desnutrición al interior de los países, etc. 

Pero, ¿qué ha favorecido el crecimiento de la economía de la región?, ¿Son políticas viables a mediano y largo plazo? ¿Se pueden tomar como base para una nueva teoría del desarrollo latinoamericano? ¿Son una vía alterna de desarrollo económico y social? ¿Pueden saldarse, al menos en parte, las desigualdades económicas de la región? ¿Se puede hablar de modelos económicos alternativos al neoliberalismo? ¿La propuesta económica socialista se ha actualizado?

Aunado a esto, la crisis financiera internacional marca un cambio en el rumbo de la economía, ¿Cuál es la naturaleza de la crisis actual? ¿Cómo afectará a la región?, ¿Qué oportunidades de desarrollo se vislumbran ante la situación actual? ¿Qué medidas están tomando los gobiernos latinoamericanos para afrontar la coyuntura internacional?

Estas son interrogantes que tal vez no sean saldadas a profundidad en esta mesa, pero nos dará elementos analíticos para entender el papel de América Latina en el panorama internacional, regional y local.

[1] CEPAL (2008) Estudio económico de América Latina y el Caribe, ONU CEPAL, Santiago de Chile.


Mesa 4: El proyecto fundacional de la Facultad de Economía hacia el siglo XXI

La presente mesa de discusión gira en torno a la vigencia del  proyecto fundacional de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM  a la luz del siglo XXI, rastreando las continuidades y discontinuidades que han dado moldeado la formación de generaciones de economistas y la incidencia de ésta en la construcción de propuestas alternativas de desarrollo para México y Latinoamérica.

 Los orígenes de  la Facultad de Economía pueden ubicarse a partir del año 1929,  fecha en la cual se establece la primer licenciatura de economía en México dentro de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional; que coincide con un fuerte movimiento estudiantil que deviene en la conquista de la autonomía universitaria el 11 de julio del mismo año. Es hasta 1935 que la sección de Economía de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales pasa a ser Escuela Nacional de Economía (ENE), siendo su primer director Enrique González Aparicio, con la participación destacada de Jesús Silva Herzog. Cabría señalar que ésta nueva institución, dedicada al estudio sistemático de la ciencia económica aplicada a los problemas del subdesarrollo inherentes a México, se ve influenciada por toda una ideología nacionalista que hacía hincapié en la rápida industrialización de México como forma de independencia económica y política respecto al exterior. 

En cuanto al entorno social bajo el cual se circunscribe la fundación de la Escuela Nacional de Economía, encontramos que México vive un proceso de “institucionalización “de la revolución mexicana a través del desarrollismo, el cual permitió un patrón de acumulación denominado sustitución de importaciones (ISI),  con una fuerte intervención del Estado en la vida económica. Es por ello, que los egresados de la ENE cumplen un papel destacado como intelectuales orgánicos dentro del régimen, e incluso ocupan cargos de importancia en la política económica de México. Sin embargo, en la década de los sesenta, soplan aires distintos ya que se emprende la tarea de reformar académicamente a la ENE; en 1966 se establece la comisión mixta de estudiantes y profesores  para la elaboración de un nuevo plan de estudios. Otros acontecimientos interesantes de éste periodo son la gestión de Ifigenia Martínez Hernández como directora del plantel, primera mujer en ocupar dicho cargo, y la reforma académica que establece el sistema de créditos y cursos semestrales, se agregan nuevos cursos y se organiza el Centro de Economía Aplicada y el Sistema de Seminarios.

 Como culmen, 1968 es un punto de quiebre que obliga a replantear las formas de participación estudiantil tanto en las formas de gobierno como en la vida académica, dejando una impronta difícil de borrar.

Los años que van de 1970 a 1976 estarán impregnados de apasionantes discusiones y cambios sustantivos en la toma de decisiones de la ENE, ya que en 1971 se crea el Consejo General de Estudiantes y Profesores; y en 1972 asume la dirección José Luis Ceceña Gámez. Su gestión  estuvo marcada por el denominado Foro de Transformación de la Escuela Nacional de Economía, así como la modificación de la estructura del Consejo Técnico en mayo de 1975, el cual queda conformado por igual número de profesores y estudiantes. En cuanto a la conformación del perfil y eje axial del economista egresado de la Escuela Nacional de Economía, la enseñanza de la Economía Política tiene un papel central, que incluye  un estudio sistemático de ésta, la Teoría Económica y la Metodología. También se establecen dos niveles académicos definidos: el ciclo básico (6 semestres) y de preespecialización. Finalmente, en agosto de 1976 se crea el doctorado con lo cual la Escuela Nacional de Economía se transforma en Facultad de Economía.

 Para las décadas de 1980 y 1990 los acontecimientos  de  mayor importancia serán  el Foro de Transformación Académica de 1989 (proceso que dura cuatro años); la implementación del actual plan de estudios (1994) y la modificación a la estructura del Consejo Técnico (1997) bajo la administración de Juan Pablo Arroyo Ortiz. Todo lo anterior se supedita a un intenso proceso de reformas y cambios estructurales en el país iniciados con el crack del 82  que condujeron al rechazo de la intervención del Estado en la actividad económica y la privatización de sectores estratégicos para la economía nacional.

Paradójicamente, el cambio de modelo económico en México instrumentado a partir de la crisis de 1982, planteaba una reestructuración de la élite dirigente del país y por ende del papel que la Facultad de Economía habría de tomar en la formulación de políticas publicas propuestas alternativas de desarrollo. Las universidades o centros intelectuales que serán beneficiados con el neoliberalismo serán el ITAM,  Instituto Tecnológico de Monterrey y el Centro para la Investigación y Docencia Económicas (CIDE) vinculados a un modelo “americano” de enseñanza y ciertos grupos empresariales. Desde entonces, la Facultad de Economía ha quedado en la zaga de los grandes problemas nacionales, y su proyecto histórico (heredero del pensamiento social de la revolución mexicana) cuestionado y/o entrampado ante la incapacidad interna y externa de retomar la batuta en la conformación de un nuevo proyecto de nación